De pequeño me enseñaron a querer ser mayor
de mayor quiero aprender a ser pequeño
Y así cuando cometa otra vez el mismo error
quizás no me lo tengas tan en cuenta
Así comienza una de mis canciones favoritas, se llama De Mayor, y pertenece al álbum, para mí el mejor en solitario, de Enrique Bunbury. Y es que resume muy bien lo que ha sido mi vida y lo que me gustaría que fuera. Y es que recuerdo que cuando era pequeño quería ser mayor, y ahora me he dado cuenta que no había nada más bonito que ser pequeño. En mi caso, hoy dentro de mis reflexiones quiero volver a ser pequeña, para volver a ser feliz.
Para muchos la infancia se asocia a recuerdos. Por ejemplo, a partidos de fútbol, a olores de la comida que hacía nuestra abuela o a jugar a las canicas en la calle. Pues bien, en mi caso, lo que me recuerda a la infancia son los disfraces. Por eso, siempre que nos tenemos que disfrazar o hacerlo nuestros niños, lo que más me recuerda es mis años de infancia en el pueblo y en la ciudad. Y es que si hay algo que me evoca a mis recuerdos infantiles, pues está claro que son los disfraces.
Mi primer recuerdo de disfraz, lo tengo en clase de segundo de la antigua EGB. Para los que sois de la ESO, lo podeís buscar en la Wikipedia para conocer este sistema educativo. Pues bien, tengo una foto en la que aparezco en lo alto del escenario del colegio junto al resto de mis compañeros disfrazado de vaquero. Con mi pistola, mi chaleco y por supuesto mi cartuchera. Alrededor tenía a mis amigos disfrazados de indios.
Luego mis padres me han contado que ya con un añito me ponían ellos disfraces. Así que está claro que esto me viene de cuna. Con el paso de los años, los disfraces han seguido formando parte de mi vida. Cuando era un niño con 7-10 años, mis padres siempre me han contado que me quería disfrazar de todo lo que veía en la televisión. Por ejemplo, era la época de los Caballeros del Zodiaco y de Campeones, y siempre me disfrazaba de eso.
En la adolescencia siempre he participado en las fiestas de carnavales que he estado. Además, siendo de Ciudad Rodrigo, es algo que es fácil, porque aquí los carnavales son una religión. Fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, donde el toro se convierte en el protagonista de las fiestas, acompañado de máscaras, disfraces y charangas que alegran las calles.
Hay diferentes lugares de España donde se vive el Carnaval con toda intensidad pero de modos muy diferentes. Uno de esos lugares, que pueden presumir de tener un gran Carnaval, es la localidad salmantina de Ciudad Rodrigo. Se le conoce como Carnaval de Toro y es considerado por muchos como el más antiguo de España.
Uniendo disfraz y comida
Era la combinación perfecta. Por ejemplo, si hacíamos una fiesta hawaiana, que es una de las más clásicas. Y claro, pues la comida era de esa zona, y por supuesto no podía faltar la pizza hawaiana, sí, la que lleva la temible piña.
Una de las fiestas más divertidas que recuerdo es la que hicimos de la Oktoberfest. La tradicional fiesta que se hace en Alemania. Os podeís imaginar que nos disfrazamos con los trajes típicos de esa zona. Y sí, las chicas tuvieron que mostrar escote y además llevar las cervezas. El Dirndl es un vestido femenino, comenzó siendo un vestido campesino. Luego fue usado en las ciudades, por las sirvientas, y recién a partir de 1870-80 lo empezaron a llevar las clases altas y la aristocracia como vestido moderno de verano. Por debajo del vestido se usa una blusa especial blanca. Además, se suele utilizar un pañuelo. Como joya, se lleva una gargantilla con un camafeo.
Y ahora, con 40 años, los disfraces también están muy presentes. Sin ir más lejos la semana pasada organicé una fiesta junto a los amigos de fiesta temática. Es cierto que ahora es mucho más fácil organizar una fiesta de disfraces que hace años. Solo tenemos que entrar en la web de La casa de los Disfraces para encontrarlo. En mi caso fue de disfraces y mosqueteros. Corsarios, espadachines, piratas, bucaneros…
Y la verdad es que espero seguir disfrazándome y disfrazando. Voy a ser padre y espero que mis hijos hereden estos gustos.