Muchas industrias necesitan hornos y calderas para los procesos de fabricación. Pero es habitual que estos hornos presenten fallos en diferentes mecanismos por el recalentamiento, el impacto de la llama en las tuberías o por las fugas que provocan daños graves en el equipo.
Estos fallos provocan problemas en la calidad, pero también pueden interrumpir toda la línea de producción.
Las cámaras termográficas pueden evitar estos fallos, ya que detectan la mayoría de los problemas de estos hornos durante su funcionamiento.
Gracias a esta tecnología podemos planificar la interrupción del proceso y la sustitución de los componentes. La termografía es fundamental para las inspecciones técnicas de instalaciones industriales.
«En el caso de sistemas de seguridad e inspección, la obtención de imagen con cámara termográfica ayuda a supervisar sistemas electrónicos, o posibles fugas y sobrecargas en procesos químicos», informan desde el blog stemmer imaging.
Si utilizas las cámaras termográficas, puedes conocer por adelantado cuáles son los defectos de los tubos, así que puedes comprar los tubos de repuesto por adelantado para minimizar el tiempo de inactividad.
Las cámaras termográficas de alta resolución proporcionan imágenes radiométricas en tiempo real para obtener la temperatura en el interior de hornos de recalentamiento, hornos rotatorios, enfriadores, incineradores y calderas.
Las industrias del acero apuestan por esta tecnología. Además, estas cámaras también son idóneas para hornos de fusión de vidrio y hornos reformadores de hidrógeno.
Esta tecnología permite ahorrar energía, y prolongar la vida útil de los hornos y tubos reformados. Algunos diseños tienen un ángulo óptico de 86º para proporcionar información precisa de la temperatura.
La cámara incorpora un sistema de refrigeración por agua de alto rendimiento y proporciona un amplio rango de medición de temperatura desde 450ºC a 1.800ºC.
También cuenta con salidas de alarmas automatizadas y control de monitorización 24 horas, para alertar al usuario de cualquier problema desde la sala de control.
En el mercado encontraremos cámaras termográficas con y sin refrigeración. La cámara termográfica refrigerada cuenta con pantalla térmica y filtro de llamas.
Este modelo se utiliza principalmente para las inspecciones del interior de los hornos.
Las cámaras termográficas no refrigeradas también cuentan con filtro de llamadas, pero se utilizan principalmente para la inspección de aislamiento desde el exterior.
No es tan sensible a las diferencias pequeñas de temperatura, pero no necesita mantenimiento porque tiene un detector no refrigerado.
También lleva menos tiempo ponerla en funcionamiento, ya que normalmente hay que arrancar el sistema de refrigeración aproximadamente cinco minutos antes de poder utilizar la máquina.
Algunos modelos cuentan con algunas funciones integradas muy útiles, como un puntero láser.
Hay cámaras termográficas de uso doble, es decir, que se pueden utilizar para aplicaciones de hornos industriales de alta temperatura, pero también para inspecciones termográficas de componentes mecánicos o eléctricos.
Estas cámaras son idóneas para supervisar todo tipo de hornos, calentadores y calderas de las industrias químicas, petroquímicas y de servicios
Los profesionales de Ibertrónix, expertos en estas cámaras termográficas de visión para interior de hornos, nos explican sus ventajas:
-Ofrecen imágenes de alta definición.
-Ofrecen imágenes con información precisa de la temperatura.
-Optimización del control de procesos.
-Ahorro de eficiencia energética.
-Mantenimiento mínimo.
– Fiabilidad a largo plazo.
-Reducción de los costes de mantenimiento.
-Evitan las pérdidas en la producción.
Gracias a las cámaras termográficas podemos conseguir imágenes con una resolución de 320 x 240 píxeles.
También proporcionan imágenes de vídeo en tiempo real, aunque se pueden capturar los fotogramas de vídeo individuales como imágenes fijas.
Las imágenes se pueden visualizar mediante el visor de alta resolución y en una pantalla LCD a color de 4,3 pulgadas. La pantalla está diseñada especialmente para ver a través de las llamas.
Incluso, hay modelos que cuentan con pantallas térmicas extraíble diseñadas para repeler el calor de la cámara y del operador, proporcionando una mayor protección.
Es importante disponer de un filtro de llamas que solo permite pasar a través del detector la radiación térmica con una determinada longitud de onda.
Gracias a este filtro la cámara termográfica es capaz de ver a través de las llamas y de realizar mediciones de temperatura directas a través de llamas calientes.
Las cámaras termográficas con este filtro son idóneas para las inspecciones de altos hornos.
Es importante contar con la cámara termográfica adecuada, pero también es necesario que los operarios cuenten con años de experiencia en la realización de inspecciones termográficas, y en la instalación de hornos y calderas industriales.
Los expertos utilizan sondas especiales con las que podemos estar seguros de que la cámara termográfica es precisa.
Es un proceso muy fácil, ya que introducen la sonda en el horno y la sostienen junto al tubo que quieren examinar.
Las cámaras termográficas ofrecen información cualitativa y cuantitativa para reducir el tiempo de inactividad.
