Este año tenía pensado pasar de Halloween, obviar la fiesta y, como mucho, acabar viendo una película de miedo en mi sofá con un buen bote de palomitas de maíz. De hecho, tenía pensado que a lo mejor podía engancharme a Netflix porque no paro de leer en los periódicos que la televisión de streaming ha programado todo un octubre de terror en su cartelera así que me parecía una buena opción, pero el caso es que me he dejado liar y ya estoy, otro año más, buscando disfraz para la tan terrorífica noche.
En realidad no sé por qué hacemos estas americanadas porque aquí ni hay tradición ni costumbre, pero las hacemos igual. También es verdad que de unos años a esta parte son cada vez más los locales y las salas de fiesta que montan algún evento para esa noche, pero aun así creo que no les llegamos ni a la suela de los zapatos a los americanos y deberíamos dejar de intentar copiar costumbres suyas porque aquí ya tenemos las nuestras, que están muy bien todo sea dicho.
Y sin embargo, y a pesar de lo que pienso, aquí me tenéis de nuevo buscando un terrorífico disfraz en Internet. Me han gustado un par de este catálogo, pero no acabo de decidirme y debería hacerlo porque no creo que si espero mucho más me dé tiempo a recibirlo en casa.
A los madriles
Este año me he dejado liar por una compañera de trabajo, una compi en la Escuela Infantil, que me propuso coger el coche el día 31 al acabar las clases y acabar en Madrid esa misma noche. Al principio pensé que estaba de broma, luego pensé que estaba como una cabra, y ahora hasta me hace ilusión.
Por lo visto hay muchos planes qué hacer en Madrid esa noche, lo que también es bastante normal teniendo en cuenta que es Madrid. Lo extraño sería que en mi pueblo hicieran fiestas y espectáculos por todo lo alto, ¿no? Pero el problema no es la búsqueda de planes, el problema es que los planes que a mí me gustan no tienen sentido a mi edad.
Por ejemplo, si me voy de fiesta me voy, y me lo paso genial, pero los 31 de octubre lo que me gustan son los planes infantiles de Halloween y claro, quedaría muy mal que yo acabase en “La Casa Fantasma” sin niños y jugando en los hinchables. Pero el caso es que es eso lo que me apetece.
A ver si me explico… ¿recordáis ese corto infantil de Mickey Mouse, el Pato Donald y Goofy en el que acababan todos dentro de una casa encantada con un montón de fantasmas traviesos que no paraban de gastarles bromas? Pues a mí me encanta, del mismo modo que adoro la película de Disney de “El retorno de las brujas”, en la que Bette Davis y Sarah Jessica Parker hacen unos papelones, y del mismo modo en el que me encantaría salir a pedir chuches por el barrio disfrazada de calabaza si eso se estilara en nuestro país. En otras palabras y resumiendo, a mí lo que me gusta es el Halloween más infantil, el de la fiesta en la disco cogiendo una melopea de narices ya no me gusta tanto porque, de hecho, ese tipo de fiesta lo puedes tener prácticamente cualquier sábado.
Pero, como iba diciendo, a no ser que alquile un niño a algún padre de la escuela infantil para poder hacerlo pasar por hijo mío e ir con él a este tipo de eventos me temo que mi presencia en ellos no tiene cabida, así que en Madrid acabaré en las fiestas de las melopeas con mi compi.
También es verdad que es muy fácil librarse de esas fiestas, con no ir lo tienes arreglado, pero en mi caso me pueden más las ganas tontas de hacer algo especial ese día, aunque no me gusta ese algo.
Lo más probable es que acabemos en Chueca, porque dentro de lo malo creo que es el único sitio donde puedes pasarlo bien sin necesidad de acabar hasta arriba de alcohol. Y es que, aunque suene a borracha, la realidad es que últimamente no sabemos divertirnos por la noche si no es con un cubata en la mano. Y eso que a mí no me suele gustar el alcohol, de hecho sólo me gusta el Baileys y las cremas dulces similares, y me gustan más por el dulzor que por otra cosa.
El caso es que no sé cómo acabará la noche y conociéndome ya sabéis que pasará algo así que no descartéis que en una semana esté aquí con un nuevo post contándoos todo lo que me pasó en Madrid…